ESCUDO DEL CANTÓN PORTOVELO
Representado por una figura heráldica rectangular encabezada por un lado a manera de yunque y dos laterales que en la parte inferior se arquean y terminan en punta que mira hacia abajo, encierra el único cuartel de forma ovoidal, sobre el cual destaca, sobre campo blanco (plata) una rueda de molino dentada, cuyos dientes superiores se arquean para sostener un lingote de oro, símbolo de la riqueza aurífera cantonal, vida y razón de Portovelo desde sus orígenes.
Dentro del círculo interior de la rueda el Ave Fénix extiende sus alas estilizadas hacia arriba, cantando un grito libertario impulsado por la potencia de un sol radiante que irradia luz benefactora. Más abajo, sobre un disco color verde aparecen dos libros y sobre ellos un bonete, simbolizando el esfuerzo de superación de los Portovelenses.
Sobre el lingote de oro dos ramos de laurel coronan el Escudo significando los triunfos obtenidos por los Portovelenses en su diario regar por das mejores. En la parte inferior está la palabra PORTOVELO, nombre del Cantón. Finalmente, una franja roja bordeada de negro cruza el Escudo, desde la parte superior derecha, a la inferior izquierda, por detrás del ovalo central.
• RUEDA DE TRABAJO, LINGOTE DE ORO Y CORONA DE LAUREL
Desde las entrañas de la tierra y tras duro trabajo, las manos del minero extraen el Áureo metal y lo ofrecen generosamente como una contribución de la madre naturaleza al triunfo espiritual y material del abnegado y noble pueblo de Portovelo.
• FE
Fe en Dios, en que el inspirará en los Portovelenses la concepción de las mejores iniciativas en bien de la colectividad, fortalecerá sus aptitudes y la fe en sí mismo, para que ejecuten con acierto inquebrantable decisión y éxito las metas que se propusieron realizar.
• BONETE
Condición sin escuadrón para triunfar en la vida es la Educación, especialmente en los casos de invocación innata y para el aprovechamiento de los recursos naturales.
El potencial y quehacer minero de este privilegiado rincón patrio, para la defensa y buen uso del patrimonio natural, requiere la formación de gente al más alto nivel que los capaciten suficientemente para que puedan localizar los importantes yacimientos; optimizar la recuperación, refinería, industrialización y mercadeo para que participen en la valorización aurífera internacional.
• AVE FÉNIX
Una y otra vez en el transcurso del tiempo, los recursos operacionales mineros causaron efectos demoledores en la población de Portovelo. Por fortuna, gracias al amor a la tierra de sus hijos, una y otra vez resurgió la industria y con ella la moral ciudadana, cual, si fuese la mitológica AVE FÉNIX que renace de entre la ceniza y exhibiendo en su pecho enhiesto el símbolo de la minería local, se yergue gallardamente para remontar horizontes de grandeza y de nuevas esperanzas.
• UBICACIÓN DE MOTIVOS Y FONDO
Idealizado así el escudo, las imágenes graficadas pasan a ocupar los correspondientes cuarteles, teniendo como fondo la bandera de Portovelo, todo lo cual es ribeteado en tonos color naranja con la forma adoptada para este emblema.
BANDERA DEL CANTÓN PORTOVELO
La bandera del cantón Portovelo es de color amarillo y representa los vastos yacimientos auríferos existentes en la zona, de suyo constituyen una promesa para este cantón y para la patria.
La cruza en sentido diagonal una banda de gules de color rojo para significar el proverbial valor, fidelidad y honor de los hijos de Portovelo manifestados particularmente en periodos de cruel adversidad.
Los ribetes de sable negro que lleva la banda simboliza la prudencia de esta valerosa sociedad que está consciente de lo que tiene, de lo que se merece y del éxito en cuanto a propósitos.
HIMNO DEL CANTÓN PORTOVELO
Coro
Portovelo risueño santuario
de las aves, del oro y el sol
vive eterno la inmensa plegaria
del trabajo, la fe y el honor
I
De las minas profundas se eleva
en esfuerzo de noble jornada
la riqueza, la paz codiciada
de la Patria el triunfo ideal
II
Son tus aves, tus montes y ríos
y el fulgor de preciados metales
un saludo de dianas marciales
a tu paso de ritmo y de fe.
III
Nunca el sol en su ocaso se pone
sin que brote la luz y la vida
del fervor y optimismo encendida
en el alma de un pueblo inmortal
IV
¡Nunca muere tu afán de progreso!
adelante que Dios en los cielos!
estimula tus justos anhelos
Con su brazo de inmenso poder
• Letra: Rvdo. Mons. Jorge Guillermo Armijos V
• Música: Agustín de Askúnaga